Me gustan las películas de amor, debo reconocerlo. Soy
fanática del beso al final de la peli. Pero más me gustan las que son como Blue Jay, con un tono más real y sincero.
Aquí tenemos a dos que se encuentran de casualidad después
de veinte años de haber roto su noviazgo. Un noviazgo que parece haber sido
todo caramelo.
Al principio no saben si saludarse o no, pero luego no
pueden separarse uno del otro y terminan toda la noche entre charlas, bailes y
cena. Hasta miran las estrellas, juntos. Si, parece todo muy dulce pero esta
contado en un tono hermoso, hermoso no por empalagoso sino porque se asemeja a
la confianza que tienen dos que se conocieron bien, la real conversación que
pueden llegar a tener, y la chispa que pudo haber quedado.
Solo dos actores (más algún extra), en tono blanco y negro, y algunas locaciones, para contar bien, de manera simple, una historia. ¿Se puede pedir más?
Una peli linda, entretenida, hasta divertida, y con tintes
de drama también. Me la pase super bien mirándola. La recomiendo.