Había quedado en el olvido esta sección que sin embargo empecé con mucha ilusión porque me encanta.
Allí vamos sin más, hacia la frase de libro que elegí para hoy.
“…Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas.
Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura.
Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal.
Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína…”
Y si, tenía que ser de él. Esa naturalidad con la que parece escribir una palabra tras otra como si no hubiera otra combinación posible, mejor, más simple y fuerte a la vez.
Por supuesto, la elegí por la referencia al cine. Pero les recomiendo que busquen el cuento entero en internet, en una biblioteca, o compren cualquier libro de cuentos o poemas de Benedetti porque seguro les va a gustar.
¿Cuántos otros cuentos o novelas recuerdan que tengan al cine en su argumento?
¿Y cuáles son los héroes y heroínas que más les gustaron?
1 Comment
Hola, me gustaría intercambiar enlaces. Mi blog: Mesa en el Korova.
Muchas Gracias.
Pepe.