Hay cosas que calan hasta el hueso, es cierto. Hay heridas
que no sanan y molestan, no dejan seguir. Hay familias disfuncionales, y
dolores hondos. Y la comida es una forma de manifestar eso.
Una peli que promete y da un poco de lo que promete. Algunas
escenas y planteamientos están, así como la actuación de algunos, esta
sobresaliente. Pero… siempre hay uno… se queda en ello.
Cuando la cosa se pone realmente difícil, sale el final
feliz de la galera en el momento menos indicado y sin condecir con lo que la
película estaba prometiendo.
La gente no se cura por arte de magia. Los problemas eran
reales y varios, y en eso se queda. Lo mismo el de la protagonista como el de
los compañeros. Esos se quedan aún más que pintados simplemente.
Rescato la sinceridad del planteamiento, lo rescato mucho
porque es más de lo que se animan muchos.
No rescato la idea que transmite de “tocar fondo” como algo necesario algunas veces. No creo que sea el mensaje apropiado a semejante enfermedad.
Para ver y analizar, y seguir ahondando uno solo.