Lucky tiene 90 años, y una vida llena de movimiento,
ejercicios matutinos de yoga, caminatas, y hasta su copa en los bares. Pero
poco a poco irá dándose cuenta que también tiene 90 años.
Aficionado a los crucigramas, iremos viendo a través de las
palabras que tiene que encontrar diferentes reflexiones para el protagonista y
para el espectador.
Un viaje al fondo de los miedos más grandes, un poco de
filosofía, preguntas, y algunas respuestas.
Una actuación de lujo, escenarios austeros, personalidad
austera, pocos pero importantes diálogos. Cortantes, precisos, intensos.