Atrevido con todos, paciente con sus alumnos, confianzudo y
mujeriego, altruista; diferente. Así es el profe de esta serie. Da bronca por
momentos, enamora por otros. Vive a flor de piel, y se nota. Y molesta a los
demás por eso.
Con un atractivo en la actitud, que a veces desespera, no es
un galán, se siente un galán. Que además su hijo este en el curso donde da
clases, nos hace ver sus lados más ocultos, sus defectos, su forma de ser
padre, y sus errores claro está.
En un curso variopinto de adolescentes, que necesitan
enterarse que no son los únicos incomprendidos, que no son los únicos
distintos, este profe viene de maravillas. Y la filosofía, más. Claro, hay que
saber llegar a la mente de estos muchos y muchachas, y no siempre resulta
fácil, ni siquiera para el profesor.
Una primera temporada hermosa, suelta, libre, que da gusto
ver, con el eje de un muchacho con agorafobia al inicio de la temporada.
La filosofía no está muerta. Bravo por ello!
¿Vos ya la viste?
Si viste la segunda temporada, cuentanos qué tal!