Michael (
David Cross) es un adolescente de 15 años que por un hecho digamos que fortuito conoce a una mujer, Hanna (
Kate Winslet), solitaria, empleada de tranvías y que lo dobla en edad. Entre ellos nace una relación no solo amorosa que marcará sobretodo la vida del joven sino también la relación de Hanna con el mundo cuando años más tarde ya estudiante de leyes, Michael la reencuentra en un juicio donde se la acusa de crímenes en campos de concentración. La historia en sí tiene tres instancias bien marcadas que hacen de la narración un conjunto realmente genial, emotivo y hasta moralizador. Imposible permanecer inmutable ante los planteamientos que se dan acerca del ser humano, sus actos, sus culpas y pecados.
Stephen Daldry, el reconocido director de
Billy Elliot y Las horas, dos obras ya capaces de hablar lo que significa este hombre en los medios cinematográficos; nos lleva por un camino de dualidad constante, de disyuntivas difíciles de resolver y de planteamientos nada fáciles que no se resumen meramente a una época histórica nazi. Va más allá, creo yo, al plantear un personaje monstruoso que uno no termina de poder indagar claramente. Así como el protagonista, uno no queda del todo convencido si la odia o la compadece, si la perdona o la condena. Las actuaciones de Winslet y
Fiennes (
El paciente inglés, la duquesa, Harry Potter) son impecables aunque hay que darle un merecido y abundante aplauso al joven
David Cross (
Help!,I’m a boy), actor alemán poco conocido en Hollywood (aunque no así su homónimo comediante) quien se lleva gran parte de la película para la cual se ha requerido seguramente de una madurez importante.
La fotografía es impactante como más aún lo es la caracterización de una Hanna madura y avejentada por los años y la vida pesada que lleva a cuestas. Vale, no obstante, remarcar que para este papel se pensó en
Nicole Kidman quien finalmente desistió de la propuesta por estar cursando su embarazo y quien a mí entender hubiera quedado al dedillo para este papel. El autor de la obra literaria en la que está basada la película,
Bernhard Schlink, declaró igualmente haber pensado en Kate para el papel… yo sigo ladeándome para el lado de Nicole aun cuando a la querida Winslet le reconozco una ya trayectoria y laboriosidad impagable.
Quiero destacar ante todo también la reaparición de un actor que me ha marcado con su trabajo en
Las Alas del Deseo, un film verdaderamente imborrable.
Bruno Ganz da vida aquí a un profesor de leyes que es el encargado de disparar las frases más certeras que dejarán pensando al espectador en más de una oportunidad.
En síntesis, este film es para verse y debatirse.
3 Comments
Acabo de descubrir tu blog y debo felicitarte por tus críticas. Tranquila: no eres la única a la que no le gustó Benjamin Button. Te invito a visitar mi blog. Cuando pueda te agregaré a mi lista de amigos. Saludos!
http://cachecine.blogspot.com
Gracias Xavier, ya he pasado por tus blogs también y pos nos mantendremos en contacto. Realmente he leído artículos por arriba porque era de madrugada!, hoy Domingo puedo disfrutar entonces de dejarte comentarios y leer más atentamente.Gracias de nuevo!
Mira que voy un poco retrasado. Me han pasado la película esta que no vi en su momento. Y estoy de acuerdo principalmente que es un film para debatir.
Naturalmente no soy nazi (creo) ni justifico su política ni mucho menos, pero siempre me ha llamado la atención la falta de matices al condenar su conducta. Últimamente estoy viendo posturas revisionistas, no se si consecuencia del auge mundial de la Alemania actual, y hay que suavizar la Historia, o producto de la visión histórica más amplia que proporciona el tiempo.
El personaje de la protagonista nos proporciona un punto de vista diferente al del malo malísimo, sin razonamiento alguno que se nos han ofrecido hasta ahora.
Y como ya estamos en 2010, puedo añadir que “La cinta blanca” nos ofrece también otro razonamiento a tener en cuenta sobre las causas.
Son revisiones que de momento me dejan un poco esceptico en espera de más opiniones, porque lo que no me trago es el cuento de buenísimos y malísimos que nos han contado. Y es que no olvidemos que la historia la escriben los vencedores.
Espero que no parezca esto una apología del nazismo, solo quisiera saber ¿porque?, ¿como?, ¿quien?…
Vaya rollo a estas horas. Saludos