Hay, al menos que yo sepa, muy pocas películas o series que traten el tema del duelo ante la muerte de alguien querido.
No es un tema fácil de tratar, la muerte no es un tema fácil, nos persigue toda la vida, y no solo nos mata.
Por eso, por el tema que trata y por cómo lo trata, es que me gustó tanto esta serie, y me dolió de igual manera. Es difícil que me embarque en temas tan profundos, porque soy carne de cañon para estos. No sé si a todos les pasará, pero a mí me llegan muy hondo. Me pasa con el dolor de los otros, que a veces siento tan hondo. Por eso, pensé que iba a ver un capítulo y nada más y, sin embargo, me miré ya las dos temporadas que hay en netflix, y espero que siga.
Tengo mis cosas que no me gustaron, algunas cosas que están como muy enganchadas a propósito, pero bueno, es parte de que la serie siga, y la vida también. Lo cierto es que el dolor está muy bien representado. Una actuación principal de lujo, Ricky Gervais, que además es el director, productor, vamos que toda la serie pasa por él. Y lo bien que lo hace. Lo lindo también es que los secundarios están muy bien retratos, tiene su espacio, no son meros rellenos y sin perder el hilo de la historia, es más, acompañando a ese hilo, haciendo pensar todo el tiempo al protagonista, cada uno con sus miserias, hacen un elenco exquisito, muy bien llevado.
En la primera temporada, por ejemplo, toca temas muy complejos, y los aborda de buena manera. Con buena manera me refiero a que nos deja pensando, sin ponerse ni de un lado ni de otro, mostrándonos una realidad cruda, y dejando que nosotros pensemos opciones posibles, como en el caso del drogadicto y el protagonista, y las decisiones que pueden llevar a cosas terribles.
Es cierto (se viene SPOILERS), que es muy raro que se den muchas de las situaciones en una vida común y corriente, como hacerse amigos tan fácilmente, o que encajen parejas de la nada, y que encima les vaya medianamente bien. Pero también es cierto que en todo el mundo siempre hay un roto para un descosido, o al menos eso dice el dicho.
Me faltan dos cosas: una, que el personaje de la enfermera este más desarrollado, pero creo, o quiero creer que eso pasará en la siguiente temporada. Y, en segundo lugar, hacer más hondo el personaje de la amiga del cementerio, que está muy bien delineado, pero que nunca habla mucho de ella, está centrado con el papel de la consejera, y, sin embargo, allí hay toda una historia para contar, con sus dolores, su duelo, y sus pensamientos. No es que no esté bien el personaje, al contrario, es uno de los más creíbles y queribles, y quizás es por eso, que uno quiere saber aún más.
Me parece acertada, la lentitud, con la que el protagonista se toma las cosas, lo que está tardando en recuperarse (si es que algún día se recupera), de su duelo.
Hay cosas que duran toda la vida y a veces es el amor, a veces es el dolor, el extrañar. Y hay que aprender a vivir con ello, si se puede.
Lo cierto es que ya estoy esperando nuevos capítulos, quiero seguir esa historia, ese día de la marmota, que puede resultar no solo creíble, sino la mejor propuesta que puede hacerte un hombre jamás.
Al principio, al ver la serie, me recordó por el tema a Un hombre soltero (A single man), donde también se retrata una pérdida, y que en su momento me había gustado mucho como llegaba al espectador, con pequeños detalles que hacían el todo. Hoy, casi no la recuerdo, pero recuerdo el sentimiento, y eso ya es decir demasiado.
Es por un montón de detalles, que creo que esta serie quedará en mi por varios años: algunas escenas, algunos dilemas morales, algún personaje secundario, alguna ironía (los diálogos entre el protagonista y su amiga en el cementerio no tienen desperdicio, aunque a veces suenen redundantes). ¿No es acaso redundante el dolor?
Entonces, es una serie que habla del dolor, que hay que mirar con ganas y con esperanza porque si no te hunde; pero a raíz de ese dolor, y a pesar de este, vamos siendo parte de dos historias de amor.
A raíz del dolor, somos parte de la historia de amor, que el protagonista vivió con su difunta esposa. Y a pesar de este dolor, vemos la historia que está empezando muy lentamente ahora en pleno duelo.
Recuerdo… la primera vez que sufrí fuerte por amor. Recuerdo el lugar donde estaba, creo que lloraba, no podía más del dolor. Y una amiga vino y me dijo: ¿Ves toda esa gente que anda por ahí? (Estábamos afuera en la calle) y me fue señalando gente. ¿Ves ese? Ese sufrió lo mismo que vos, y ves ese otro de allá ¡también sufrió por amor! y así me hizo darme cuenta, que eso tan hondo que yo sentía, lo había sentido ya toda la humanidad, y los que no, ya lo sentirían.
Algunos sufren por amores truncos, otros tienen la dicha de encontrar un amor de verdad, y cuando es así, uno de los dos, debe sufrir el duelo.
Cada persona toma lo suyo y lo hace único, irrepetible, pero todos sufrimos, todos lloramos, todos. Mal de muchos, consuelo de tontos. Pero es lo que nos queda.
2 Comments
A mi también me encantó la serie. No soy de verlas pero como me gusta Ricky y su humor me animé y no me equivoqué. Aunque mas humanizado, su humor va por le lado de siempre. Entrañables todos los personajes y yo me enamoré del cartero jaja, todo un personaje.
La segunda parte me pareció hasta innecesaria si hablamos de guión y cosas para decir, pero como vos vería 35 temporadas de ésto jaja. Saludos y por acá estaremos…
jajajaj tal cual, yo también vería más temporadas de esto, estoy esperando la próxima. Y si, si lo dejaban en la primera quedaba de lujo tambien.
Saludos, por acá te esperamos!