He tomado una decisión.
Siempre pienso en estas cosas, en esos
momentos en los que uno piensa de más. Porque seamos honestos, si
pensáramos todo el tiempo, enfermaríamos. Por algo los ancianos
tienen mucho para contarnos, y en realidad pocas ganas de abrirnos
los ojos. Porque ven una puerta, que todos tratamos de ignorar toda
la vida. Que sino, enfermamos. Y a veces enfermamos por otras causas.
A veces, sin ser anciano se ve esa puerta. Con la treintena de años
se empieza a divisar, con los cuarenta, se sabe que llegará. Más
tarde o más temprano. Pero para algunos, ese más tarde es un más
temprano, por causas diversas, diversas enfermedades, como el puto
cáncer por ejemplo.
Otros por enfermedades
degenerativas…recuerdo…un recuerdo…que no viene a cuento. Pero
a veces, uno elige a alguien que sabe que va a perder, o al menos eso
cree porque nadie tiene el futuro comprado, y sin embargo, no puede
renunciar a no aprovechar hasta el último minuto a su lado. Sabiendo
que se sufrirá quiero decir. Otros, ven la enfermedad, como la
ancianidad, con lejanía, o con bronca. Que buena actuación de
Dolores Fonzi! Seguramente me sentí identificada en parte con ella.
Con esa bronca.
Nosotros no decidimos, cuando nacemos, y no
decidimos cuando morimos. Decidimos lo del medio. Y más o menos.
Esta el que es libre y decide más que lo del medio. Esta el que no
quiere alargar la agonía. Yo soy de las que no quieren que le
desenchufen los cables. ¿Porqué? Porque creo que de todo se
aprende, hasta de eso. Pero claro. No tengo el dolor encima. No estoy
en los zapatos del que mira la puerta con agonía. Cuando lo este, si
tengo el sentido de elegir, probablemente, elija cruzar la puerta,
rápido, de ansiosa que soy nomás. Para que no sufra el que esta al
lado. Para hacer más corto el proceso. Aunque cabe decir, que en esa
agonía, los parientes resuelven un poco el duelo en vida, y no se si
eso será bueno o no, pero llorar teniendo a la persona, no deja de
ser un mínimo alivio que no teniéndola. Lo sé. A veces, eso se
convierte en una espera y duelo eterno, un sufrimiento sin paz, una
tortura. Y como estamos, estoy, educada, con eso de que la vida hay
que cuidarla, los dolores hay que pasarlos. Quizá, entiendo mal. O
entiendo bien. Pero lo cierto es que también me ha educado la vida,
sobre esto sencillo que es ser feliz, con pequeñas cosas, y que
cuando eso no se puede, hay que saber decir chau.

Como dice
Darín, la cuestión son las relaciones, de eso se trata todo. Eso es
lo que duele dejar, lo que duele que nos deje.
Creo en un “más
allá”, creo que tanta ciencia en la mente, en el alma (que para mi
es todo un ente entero e independiente) no están para solo pasar por
aquí y sin más, vivir un poco.
Creo, quizá porque es mi forma de
manejar entre comillas el dolor que me produce la finitud, que existe
una conexión entre las personas, que no se rompe jamás.
Pero volviendo al cuento, si el ser que
quieres no esta, duele. Y DUELE.
Despedirse también duele. Y no
sé porqué recuerdo la peli MI VIDA SIN MI. Una de esas pelis que te
da una manera de enfrentar ese hueco que dejarás, de una manera
tierna, con amor. Aunque claro, con dolor también.
Qué importa cuánto sale ir a Amsterdam!!! Darin sabe que importa poco lo que
cuesta. Su amigo, piensa más. No vive solo en lo inmediato, en lo
esencial. Siempre esta pensando en lo que cuesta, en lo que se tarda,
en lo loco de hacer lo que uno quiere.
Uno en la vida, a veces, se permite tan pocas cosas. Y tan superfluas.
A mi la peli me hizo tomar una decisión.
Recuerdo cuando una amiga vio
un documental y todo le cerró en su mente, y decidió sacar a los hijos de la escuela. Las pelis a veces, te hacen tomar decisiones. Quizá equivocadas, quizás truncas
el día de mañana. Quizá imposibles de llevar a cabo. Pero es
diferente vivir pensando de una manera, que pensando de otra.
2 Comments
Qué interesantes palabras, Dialo! Apenas ayer vi esta peli y me gustó bastante, sin duda es un film sencillo pero que cuenta una historia de vida y amistad que deja mucho en que reflexionar.
Saludos! 🙂
Que ganas tengo de ver esta película tras ganar el Goya. Me da que solo por el perrito, me va a encantar! jajajaja