Estamos ante una película sencilla pero potente.
Llena de pequeños detalles que dicen más que las palabras.
Una película íntima, chiquita, pero grande.
Me encantó el uso de los elementos para decir cosas que van
más allá de ellos mismos.
No voy a contar mucho porque quiero que la vean, pero el
fuego, la cafetera, por ejemplo, son detalles de lujo dentro de la peli. Ya me
dirán si piensan lo mismo los que la vieron.
Los que no, y que gustan de las pelis que llegan al corazón
sin que se te caiga una lágrima, que te hacen pensar y sentir, con la simpleza de
las cosas que pasan en las vidas reales, no se la pierdan.
Para ponerlos en tema, la joven quiere irse de su casa, pero
no se anima a decírselo a su madre y la madre, no quiere al principio dejarla
ir.
La figura del padre, ausente, pero presente en toda la
cinta, también da mucho juego. Y significado.
Me encantó, y la recomiendo ampliamente.
No más de una hora y media, llena de cosas dichas, con
hechos, con imágenes, y algunas con palabras. Con Celia Rico Clavellino en su primer trabajo
como directora de largometrajes. Y ya ha ganado varias nominaciones a premios
importantes. Si es que eso cuenta. Pero sino, guíense por lo que les digo, es
una peli preciosa. De esas óperas primas que te llegan, y se quedan en vos.
Recomendadísima!